Curiosidad, creatividad y cooperación; una historia de comunidades muy gatas.
Jaguares y pumas son transeúntes frecuentes de sus caminos, las tareas cotidianas comienzan antes de la salida del sol y en medio de reuniones comunales, un semillero de inquietudes y propuestas germina, impulsado por la fertilidad que parece venir de la misma tierra que sus pobladores y pobladoras recorren. Sí, leyó bien. Jaguares y pumas: hablo de comunidades que conviven con felinos silvestres.
Comunidad y entorno: desarrollo sostenible
San Jorge de Bagaces, San Antonio de Siquirres, Patastillo de Guatuso y Dos Ríos de Upala, conforman el cuarteto protagonista de un proyecto piloto para la convivencia con felinos silvestres, que nació en varias comunidades del país que viven el conflicto de la depredación de ganado por parte de jaguares y pumas en Costa Rica. A través de la facilitación del Programa Gente y Fauna (Asoc. Confraternidad Guanacasteca), y durante un taller desarrollado en las instalaciones de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica en el 2015, personas de diferentes comunidades rurales que conviven con felinos definieron qué incentivos podrían mitigar el conflicto y generar nuevas oportunidades enraizadas en la conservación, la identidad, la vida silvestre y la acción comunal. El plan de incentivos pretende transformar a los jaguares y pumas en activos valiosos para las comunidades, y en motores de desarrollo local.
Tras meses de reuniones con DINADECO, MINAE, FONAFIFO, CORFOGA y otras instituciones, el plan piloto ha llegado a un momento crucial: año 2017. Durante enero y febrero, las propias comunidades han fechado los pasos a seguir para que esta empresa se vuelva realidad. ¿Qué incentiva a una comunidad a convivir con felinos silvestres aún cuando —por ejemplo— puede haber perdido mascotas o animales de producción en un ataque de un jaguar o de un puma? Las mujeres y hombres para quienes los jaguares y los pumas son vecinos cercanos al salón comunal, la cancha de fútbol y su propio patio, lo plantearon y ahora lo quieren corroborar.
Asistencia técnica, pago por producción de biodiversidad y la creación e implementación de un sello verde, constituyen los incentivos que este año y el siguiente serán probados por las comunidades. El Programa Gente y Fauna será el eje coordinador, pero la propuesta —en manos de vecinos y vecinas de cada una de estas comunidades— es de corazón local. Visitando estos sitios no es extraño que las anécdotas de cruces de caminos con jaguares y pumas sean abundantes. Mientras muchos investigadores e investigadoras de felinos silvestres tardan en ocasiones meses o años sin observar a los felinos directamente, las personas locales de estos sitios, comparten entre chota y curiosidad sus encuentros. Desafortunadamente, también comparten las historias acerca de mascotas que estuvieron y no están más por haber pasado a ser como llaman ellos y ellas, “el almuerzo del gato”. Tampoco es extraño que uno que otro patrón rayado aparezca en el lomo de alguna res o algún caballo sobreviviente a un ataque de jaguar o puma, que dejó sus uñas dibujadas para sorpresa y preocupación del dueño o dueña del animal.
“Cuando estos muchachos llegaron y juntaron a este montón de campesinos en un aula de universidad y los pusieron a plantear ideas, pensé que era una burla; me enojé muchísimo. Luego entendí que buscaban saber qué pensaba realmente la gente…y lo consiguieron”. Así se expresó Leyla Campos —dirigente comunal de San Jorge de Bagaces— en una de las reuniones con el Programa Gente y Fauna, cuya iniciativa parecía para muchos al comienzo una verdadera locura, y que ahora los mismos vecinos y vecinas han moldeado, han vuelto propia y—como científicos y científicas populares— se disponen a probar.
Comunidades decidiendo, construyendo, poniéndose de acuerdo. Soluciones desde quiénes se enfrentan día a día a un problema. Creatividad, curiosidad y cooperación. La prueba piloto en Costa Rica para el manejo comunitario de jaguares y pumas mediante incentivos para la convivencia viene de la gente, y es la gente su energía y motivación.
Foto: Jaguar por JakeWilliamHeckey.

Estudiante de Biología en la UCR. Colaboradora voluntaria del Programa Gente y Fauna. Miembro del colectivo ambiental CONCEVERDE.