El pasado 23 de julio, salimos junto a APO-FU a conocer más sobre los pueblos originarios costarricenses. En esta ocasión, el destino fue la comunidad de Nimarí ubicada en Talamanca, Limón.

Acerca de APO-FU y la gira
APO-FU (Apoyando el Futuro) nació en noviembre de 2016 cuando Javier Camacho (actual director de la ONG) se encontraba realizando un voluntariado en Mozambique sobre alimentación escolar. Allá pudo palpar las necesidades de la población rural y decidió fundar APO-FU para mejorar las condiciones de las comunidades. El objetivo principal de la organización incluye la optimización de escuelas, creación de huertas orgánicas y potabilización del agua.
La gira se realizó en miras de construir un consultorio médico para los habitantes de Nimarí como los de Alto Cohen. La lógica de APO-FU se basa en preguntarle directamente a las comunidades sobre sus necesidades y no suponer acerca de ellas o bien subsanar estas necesidades por breves periodos, por lo que se planeó realizar una encuesta que reconociera las dificultades en la comunidad.
El camino a Nimarí y la estancia
A la 1:00 a.m iniciamos la travesía desde las oficinas de APO-FU en San Rafael de Heredia para 5 horas después abordar el taxi que nos llevaría hasta Rancho Solo. El cabécar, el bosque y el cacao fueron llegando durante 3 horas de caminata a través de barro y encrucijadas. ‘Nimarí‘ significa ‘peces en el río’ en cabécar, por lo que parte del recorrido incluyó cruzar una corriente de agua. Finalmente, tras caídas, sol y muchas risas, logramos llegar a la escuela de la comunidad.
Ahí nos esperaban niñas y niños con un balón de fútbol en mano. A pesar del cansancio, los voluntarios sacamos fuerzas de donde no teníamos para mejenguear un rato junto a infantes descalzos. Quizá lo que más llamó nuestra atención fue el hecho de que tanto niños como niñas jugaban fútbol todo el día, sin ninguna distinción de género.
Las niñas del poblado nos enseñaron un poco de su lengua para poder saludar a sus madres en cabécar, pues algunas de ellas no comprendían del todo el español. Así transcurrió la tarde. Al llegar la noche, nos quedamos a oscuras, ya que la comunidad aún no cuenta con corriente eléctrica. Al día siguiente, los gallos fueron nuestro despertador para ir a visitar la naciente y a más familias. Pudimos quedarnos un rato en más de una choza escuchando el partido y conversando con una familia, y al romper el hielo, terminamos hablando del Mundial y sus equipos favoritos.
Acerca de las encuestas
Alrededor de 16 familias fueron encuestadas durante esta gira. Las mayores carencias se relacionaron con salud, educación, empleo y alimentación. Muchas amas de casa nos comentaban que la dificultad más considerable para visitar el centro de salud más cercano es la distancia que tienen que recorrer acompañadas de sus hijos, quienes podrían tener el padecimiento. Respecto a la educación, la mayoría de los niños asiste a la escuela y planea estudiar en el liceo de Alto Cohen ubicado a 30 minutos de distancia, pero no ven la universidad como una opción viable. Los habitantes de Nimarí se dedican al cultivo de maíz, frijol y cacao de subsistencia, puesto que en el exterior cercano no existen oportunidades reales para sus habitantes.
La organización Contra Corriente junto a The Ryple Effect planea crear un sistema de cañería en PVC en julio próximo para que la comunidad pueda abastecerse de agua potable constante.

Joven estudiante apasionada por las letras, el arte y la naturaleza en cada acción.