Espero estar equivocado, pero los números y la intuición apuntan hacia una crisis económica “tamaño familiar” en ciernes.
Primera parte
Mi análisis sobre-simplificado y “no muy científico que digamos”, desde la perspectiva de un ciudadano costarricense, curioso y no-economista
No lo resolvió Bill Clinton en su gobierno (1993-2001); tampoco lo hizo George Bush en el suyo (2001-2009); Barack Obama (2009-2017) ya está a punto de dejar el cargo y pareciera no haber sido la excepción. Sin importar el partido de gobierno, ya sea demócrata o republicano, en Estados Unidos han fallado sistemáticamente en atender uno de sus principales problemas históricos: la desigualdad.
[Esta primera parte es medio aburridilla, si quiere se la salta… Pero por favor ¡no se pierda el contenido de este artículo a partir de la segunda parte! Ya después si quiere se devuelve a leer esto… Pero sólo si quiere.]
Vámonos unos cuantos años para atrás.
1993: inicia el gobierno de Bill Clinton. El umbral de pobreza para una persona asalariada, menor de 65 años de edad y soltera, cuando asume Clinton las riendas de la nación más poderosa de la época, era de $7.518. ¿Sabe usted cuál era el porcentaje aproximado de personas por debajo de ese monto para ese mismo año? 30 %
Ocho años despúes, en 2001, Clinton le entrega a Bush un país con un porcentaje aproximado de personas por debajo del umbral de pobreza de 27 %
En 2009 termina el segundo período de Bush e inicia el primer período de Obama; en ese entonces el umbral de pobreza era de $11.161. El porcentaje aproximado de personas por debajo de ese monto se mantuvo en el mismo número: 27 %
Hoy estamos en 2016, en el cierre del período de Barack Obama y a las puertas de un gobierno dirigido por Donald Trump; el porcentaje de personas que se encuentra por debajo del umbral de pobreza ($12.331 en 2015) no ha variado gran cosa con respecto al día en que asumió el cargo don Barack: 26 %
Entonces, según el ejercicio anterior (el cual no deja de ser un análisis sobre-simplificado de datos[1]), durante los últimos 24 años de gobiernos demócratas y republicanos, poco más de la cuarta parte de todos los estadounidenses asalariados percibieron ingresos por debajo del umbral de pobreza (en promedio el 27,5%).
Ahora observemos lo que ocurrió con la proporción entre los salarios más altos y los más bajos.
En 1993: El 2 % de más arriba ganó más que el 50 % de más abajo.
En 2001: El 1,4 % de más arriba ganó más que el 50 % de más abajo.
En 2009: El 1,3 % de más arriba ganó más que el 50 % de más abajo.
En 2015: El 1,3 % de más arriba ganó mas que el 50 % de más abajo.
El patrón de acumulación de la riqueza se reproduce y esto queda evidenciado con sólo analizar estos datos de salarios reportados. Desde 1993 hasta la actualidad, en los Estados Unidos de América ha habido un grupo de entre el 1,3 y el 2 por ciento que perciben más ingresos que la mitad de todas las personas asalariadas juntas.
[Aquí voy a abrir un paréntesis, para hacer una muy necesaria aclaración: este análisis tan simplista que acabo de presentar, fue sólo una “entradita”; fue una pincelada medio “jalada del pelo”, que me “inventé” para empezar a explicar el problema, a raíz de pura curiosidad genuina que me despertó el tema. Lo que hice (para no complicarme mucho la vida) fue tomar una única variable para mi experimento: salarios reportados, los cuales conseguí sin mayor dificultad “traveseando” la página del Seguro Social del gobierno estadounidense. El problema es que, debido a esa ligereza con la que analicé los datos, no se puede evidenciar ni la distribución de dichos salarios (por ejemplo entre familias), ni la acumulación histórica de otros bienes. Me puse a investigar un poquito más y resultó ser que “la realidad supera a la ficción”… Ahora sí, aquí cierro paréntesis, y a usted le recomiendo que respire profundo y se prepare para lo que viene…]
Segunda parte
La fotografía completa: un abordaje más científico, histórico y económico del problema
Para ver la fotografía más completa, me apoyé en los economistas internacionales Emmanuel Saez y Gabriel Zucman (quienes combinaron las declaraciones de impuestos de los hogares en Estados Unidos con un balance macroeconómico de los mismos, para estimar la distribución de la riqueza de ese país desde 1913 en adelante). También recurrí a su colega Torsten Sløk (quien utilizó el estudio de Saez y Zucman para construir una gráfica que resumía el problema en cuestión).
Empecemos con un dato escandaloso.
El 0,1 % de hogares de más arriba en Estados Unidos posee la misma cantidad de riqueza que el 90 % de más abajo.
Ahora deténgase. Trate de procesar ese dato. Tómese su tiempo. Vuelva a leer la oración si es necesario. El cero coma uno por ciento tiene lo mismo que el noventa por ciento. ¡¿Cómo es eso posible?!
¡Esto es muchísimo peor que el escenario que dibujé al inicio con mi análisis sobre-simplificado y “no muy científico que digamos”!
Veámoslo ahora gráficamente, y empecemos a notar además otro detalle importante.
[Tomado del artículo del Business Insider]
La línea roja representa, en términos de distribución de riqueza, “la porción del pastel” que le ha tocado al 0,1 % de más arriba a través del tiempo, mientras que la azul corresponde a “la porción del pastel” que le ha tocado al 90 % de más abajo. Se puede apreciar que alrededor del año 1917 las porciones eran iguales, y que se vuelven a cruzar cerca de 1927, esto debido a que la línea roja iba ascendiendo, mientras que la línea azul venía descendiendo. Hasta que dos años después, en 1929…¡Boom!
La Gran Depresión: la línea roja alcanza su pico, y a partir de aquí comienza a descender, mientras que la línea azul empieza a aumentar. Se invierten las tendencias. O al menos eso parecía, hasta que la cosa volvió a cambiar en el ’78, momento en que la línea roja del 0,1 % de más arriba comienza a crecer de nuevo y de forma sostenida, hasta la fecha, donde ya se volvió a juntar con la línea azul (la cual había alcanzado su pico a mediados de los 80’s y empezó a descender estrepitosamente desde entonces).
Resumen: Estamos repitiendo la historia. La “porción del pastel” del 0,1 % de más arriba pasó de ser de 7 % en en el año 1978 a 22 % en el 2012, un nivel casi tan alto como el alcanzado en 1929 durante la Gran Depresión.
Estados Unidos está al borde del precipicio.
La razones que explican la potencial catástrofe
Ahora vamos a hacer algo muy interesante. Aislemos por un momento la tendencia del 0,1 % de más arriba. Al hacerlo, obtenemos el siguiente gráfico:
[Tomado del estudio de Saez y Zucman]
¿Qué pasa si contrastamos el gráfico anterior con este otro?
[Fuente: Encuesta de Población Actual de Estados Unidos (CPS, por sus siglas en inglés); Elaborado por el autor.]
Ambos gráficos son inversamente proporcionales. El primero muestra cómo a partir de 1978 comienza a aumentar sistemáticamente la acumulación de la riqueza, mientras que el segundo, por el contrario, muestra como a partir del ’75 se viene dando una reducción en el porcentaje de trabajadores sindicalizados. Durante períodos de tiempo similares, pasa de 7 % a 22 % la acumulación de riqueza, mientras que se reduce de 25 % a 11 % el movimiento sindical. ¿Coincidencia?
Ahí les dejo esa reflexión acerca del papel que juegan los sindicatos en una economía como la estadounidense.
Además de lo anterior, hay un estudio realizado por Geoffrey T. Wodtke que plantea la existencia de una correlación entre los ingresos y las clases sociales, en el sentido de que la clase social de una persona está determinada por su rol dentro de la fuerza laboral.
Entre los principales hallazgos de dicho estudio, se enumeran los siguientes:
- El tamaño de la clase media y la clase baja ha permanecido estable, mientras que la brecha salarial existente entre una clase y otra se ha incrementado alrededor de un 60% desde los años 80, revirtiendo la tendencia de disminución de desigualdad que se venía dando desde los 30.
- El rol de un individuo dentro de la “estructura de propiedad y autoridad” de cualquier organización económica—propietario, gerente, obrero o trabajador independiente— determina en gran medida su salario. El incremento en la desigualdad salarial fue impulsado principalmente por el aumento de los ingresos para los grandes propietarios y gerentes junto con el estancamiento de los ingresos de trabajadores independientes y obreros. Esto produjo que, mientras la cantidad de obreros y trabajadores independientes se incrementaba, la cantidad de propietarios y gerentes se reducía. Concentración de la riqueza en los cada vez mas reducidos estratos de arriba.
- Durante los años 80 e inicios de los 90, los ingresos para la mitad inferior del espectro salarial, primero se estancaron, y luego se redujeron, mientras que los ingresos en la parte superior del espectro aumentaron.
- Entre finales de los 90 y los años 2000, los ingresos bajos dejaron de disminuir, pero esto no fue suficiente para recuperarse de las pérdidas de décadas anteriores, mientras que los ingresos más altos continuaron en ascenso.
- Entre los 90 y los años 2000, la brecha salarial aumentó debido al incremento de ingresos entre los que más ganaban, que a su vez promovió la divergencia salarial entre las clases sociales.
En resumen: La riqueza no es infinita, tiene un límite. El total de riqueza, que es un número finito, se distribuye. Por esta razón, si en algún lugar del mundo se da un aumento en uno de los salarios de arriba, inevitablemente esto conlleva a la reducción de uno de los salarios de abajo. Si se multiplica la acción anterior para muchos salarios de arriba, inevitablemente se multiplica la desigualdad en la población. Es así de sencillo.
Por lo tanto, creo que ya es hora de dar el siguiente paso como sociedad: así como ya hemos acordado que deben existir límites para los salarios mínimos, me parece indispensable que empecemos a hablar sobre la inminente necesidad de fijar límites para los salarios máximos. Debemos tener esa discusión, y rápido.
Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde
De lo contrario, como dijera alguna vez el filósofo español Jorge Santayana:
Quien ignora su pasado está condenado a repetirlo.
Fin (…?)
¿Llegó hasta el final de este artículo y todavía quiere saber más?
Estoy sorprendido, no por la parte de que quiera saber más, sino por la parte de que no lo aburriera mi texto en el camino y pudiera avanzar hasta el final del mismo. Pero bueno, si usted ya llegó hasta aquí y además quiere profundizar en el tema, le recomiendo leer el complejo y detallado estudio realizado por Anthony Atkinson, Thomas Piketty y Emmanuel Saez en el 2011. Este estudio contiene cifras impactantes, concernientes a la brecha salarial en 22 países, entre ellos, Estados Unidos.
[1] El análisis sobre-simplificado consistió en realizar los siguientes supuestos: 1. Que todas las personas asalariadas en Estados Unidos eran solteras y menores de 65 años, esto con el fin de utilizar un único umbral de pobreza individualizado para cada año de estudio. 2. Que el salario acumulado se distribuye de manera lineal entre las personas que conforman cada nivel de compensación.
“Han escuchado eso de que alguna gente ve el árbol y otros el bosque?”, decía el Sup Marcos, “pues a nosotros, nosotras, zapatistas, nos gusta ver la raíz.”
Por cierto, la de la imagen es la Gata-Perro.