Autor: Leslie Gala

  • Reseña: Violeta al fin (2017) de Hilda Hidalgo

    Violeta al fin dirigida por Hilda Hidalgo, muestra al público que la vejez puede traer una nueva noción de libertad

    La dirección y guión de la película estuvieron a cargo de Hilda Hidalgo, fue protagonizada por la experimentada actriz costarricense Eugenia Chaverri y contó con la participación del actor mexicano Gustavo Sánchez Parra.

    Violeta al fin

    La trama de la película se desarrolla en San José, Costa Rica y gira en torno al personaje de Violeta, una mujer de 72 años que ha llevado una vida convencional, pero que al verse envuelta en una serie de situaciones difíciles en su vejez, lucha por hacer valer sus decisiones y ante todo mantener su autonomía. El largometraje se dio a conocer internacionalmente en el Busan International Film, que se realizó en Corea del Sur.

    Inspiración para el personaje

    La directora, en una entrevista para Radio Universidad de Costa Rica, comentó que el personaje de Violeta fue inspirado en mujeres vitales en su vida. Originalmente se basó en su madre, quien vivió en una Costa Rica muy conservadora, que de alguna forma le puso muchas limitaciones y que encontró espacios para desollarse especialmente en la vejez. Es por esto, que la directora menciona que en esta historia este período en la vida trae libertad y que como se observa en la película esa libertad conlleva sacrificio.

    La idea para creación del personaje surgió hace 25 años y por lo tanto, a pesar de que el personaje conserva su esencia, ha crecido mucho a lo largo del tiempo. Es importante resaltar que Violeta es personaje que no busca generar lástima o pena, al contrario, intenta reflejar a una mujer fuerte y perseverante.

    Proceso de creación

    El guión del largometraje empezó en 2003 con el nombre de Estación Violenta, sin embargo, la directora lo suspendió para enfocarse en otros proyectos y lo retomó en el 2011. El proyecto tardó desde este momento aproximadamente cinco años, ya que se empezó a filmar entre febrero y marzo del 2016.

    Narrativa de la película

    El largometraje está narrado, especialmente en la secuencia final, mediante imágenes. La directora comentó que de esta manera buscaba evocar un universo sensorial y estos elementos no verbales ayudaban a narrar tanto como lo hacen los diálogos. Además lo compara con el lenguaje de los sueños que sin necesidad de palabras puede narrarse y  entenderse perfectamente la historia.

    Violeta al fin se encuentra participando en la Competencia Centroamericana de Largometraje Costa Rica Festival Internacional de Cine 2017.

  • Pop Aye, el primer film de la directora Kirsten Tan, resalta por tener como estrella a un elefante

    Singapur y Tailandia se unen en colaboración para abordar un proyecto sobre un arquitecto desencantado de su vida que tiene un encuentro significativo con un elefante. Pop Aye es una historia de lealtad y sobre la relación de un hombre con su pasado.

    Pop Aye

    Un abogado exitoso, interpretado por Thaneth Warakulnukroh, ha llegado a un punto de su vida en que su oficio y relaciones personales ya no lo satisfacen. Inesperadamente, se reencuentra con su pasado, en forma de elefante. A partir de ese momento, pone de lado sus inquietudes y comienza un viaje.

    La película se filmó en Tailandia y ahí es donde se desenvuelve la historia. Los personajes atraviesan su territorio en persecución de un claro objetivo, pero este se transforma a lo largo del viaje. Ambos personajes se encuentran con situaciones que deben resolver.

    El debut de Tan

    La directora muestra un gran dominio de recursos. Hace un uso inteligente de la fotografía; las tomas son sencillas y casi todas estáticas, pero enormemente efectivas. No fallan a la hora de representar al imponente animal, los paisajes y la joya del film: sus interpretaciones.

    Los personajes de Pop Aye están construidos de forma muy sólida; la directora aprovecha al máximo el trabajo de sus actores a la hora de encarnar estos complejos personajes.

    La opinión de Thaneth Warakulnukroh

    Warakakulnukroh protagonizó el film, treinta años después de su primer aparición en la pantalla chica. Este periodo fuera del oficio no fue el único obstáculo al que se enfrentó el actor tailandés, él comenta que desde niño le tuvo un gran temor a los elefantes y revivió el sentimiento cuando leyó el guión. Sin embargo, fue más fuerte la motivación por haber encontrado “su papel”.

    El actor bromea diciendo que el elefante era un gran actor y no se le dificultó trabajar con él. La inclusión de este animal es muy significativa en la trama y puede generar muchas interpretaciones. Warakulnukroh tiene su propio punto de vista al respecto. Él expresa que hay que aprender a vivir a la velocidad de un elefante: separarse de los problemas y tomarlos con calma, en contra del ritmo que impone la sociedad.

  • Sobre la prisión preventiva

    Una introducción accesible a un concepto que no terminamos de entender.

    Ante la noticia de que un juez dejó en libertad —condicional—  a una madre, tío y abuela que torturaban a una niña de 4 años, muchas personas en redes sociales recurrieron al conocido “este país es una mierda” y al clásico “no entiendo por qué estas cosas pasan”. Este texto pretende —de forma resumida— ayudar, precisamente, a entender por qué “estas cosas” pasan.

    Empecemos por lo más sencillo: toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. ¿Qué quiere decir esto? Que usted puede ser sospechoso o acusado de cometer un delito, pero esto no basta para que lo metan a la cárcel. Quienes lo acusan (en este caso la Fiscalía) tienen que demostrar (en un juicio) que usted es culpable del delito por el que se le acusa.

    La presunción de inocencia está amparada en varios artículos de distintas leyes, convenios internacionales y nuestra Constitución Política. Es decir, es parte fundamental de la construcción de nuestra democracia y del país como un Estado de derecho. Si desea profundizar puede leer los artículos 39,41, 153 y 166 de nuestra Constitución Política, el artículo 8 de la Convención Americana de los Derechos Humanos, el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artículo 14 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y los artículos 9 y 10 del Código Procesal Penal.

    ¿Qué son las medidas cautelares?

    Básicamente son acciones preventivas que ordena un juez con la intención de evitar que el estado de las cosas se altere o modifique en perjuicio de la efectividad de la sentencia. Es decir, se procura que no se ponga en peligro lo que se resuelva en sentencia (sin prejuzgar el resultado final), de modo tal que esta surta pleno efecto. Algunas medidas cautelares utilizadas son: presentarse a firmar cada 15 días, impedimento de salida del país, prohibición de acercarse a la víctima y, la más solicitada por las personas, prisión preventiva.

    ¿Qué es la prisión preventiva?

    Es una medida cautelar excepcional dentro del proceso penal que pretende asegurar el descubrimiento de la verdad real y la actuación de la ley. No es una condena anticipada (como muchos parecieran interpretar) y tampoco es la regla, sino la excepción. No es un castigo: es una medida de prevención (muy particularmente orientada a prevenir que la persona eluda la responsabilidad de enfrentar la justicia). Es importante entender que no a todos los sospechosos se les puede imponer la prisión preventiva como medida cautelar; esta depende de cada caso y de cada sospechoso.

    A pesar de lo que pareciera percibir la opinión pública en Costa Rica más bien se ha abusado de la prisión preventiva (quizá esto explique la desinformación generalizada), al punto en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le llamó la atención al país el año pasado. En enero de 2016, Costa Rica tenía 2530 personas en prisión preventiva, lo que representa el 18% del total de la población detenida en centros penitenciarios, según cifras oficiales que citó la Comisión, Dadas las condiciones de hacinamiento carcelario de Costa Rica es de todos modos insostenible (superior al 50% a inicios del 2016) que se pretenda flexibilizar la aplicación de la prisión preventiva (medida de todos modos sería ilegal e inconstitucional).

    Es importante que nos quede claro que el espíritu detrás del principio de legalidad  y de la presunción de inocencia es impedir que personas inocentes sean condenadas. Por eso es que quien acusa debe probar que el acusado es culpable. Por eso es que no encarcelamos a la gente antes de que se haya establecido su culpabilidad en un juicio (debido proceso). Por eso es que la prisión preventiva (como medida cautelar para asegurar el acatamiento de la sentencia) es la excepción, no la regla. Que no haya prisión preventiva no implica bajo ninguna circunstancia que no hay proceso, o que la persona quedó libre.

    Por último: recordemos que estas reglas también nos aplicarían a usted o a mí, son una garantía para todos de que no habrá arbitrariedad en nuestra contra. Confiar en el Estado de derecho implica aceptar que hay reglas y plazos y que las masas enardecidas reclamando venganza terminan pareciéndose más a quienes cometen actos de violencia que a quienes sueñan con un país menos violento, que se mueve desde la prudencia y el buen hacer.

    ¿Soluciones?

    A la desinformación: informarse. Reproducir la información correcta y veraz.

    Al hacinamiento… depende del enfoque con que se mire. Una solución (muy popular) es crear más cárceles, más celdas y más edificios para meter ahí a todo el que incumple con la ley. Otra medida (menos popular) es modificar las penas y reducir las que impliquen ir a prisión, es decir, pensar en penas complementarias y replantear la idea de que delito = prisión.

    De cualquier forma, la mejor solución es dejar de crear criminales. Esto, por su puesto, requiere un esfuerzo mayor, pero, a su vez, también, una recompensa mayor. El país debe educar mejor a sus habitantes, generar más oportunidades de empleo y fortalecer la seguridad en las calles, barrios y comunidades.